La Comisión Europea está dispuesta a endurecer su posición con respecto a la morosidad en las relaciones comerciales y está ultimando una propuesta de reglamento que obligará a las empresas y entidades a pagar sus facturas en un plazo máximo de 30 días.
Este reglamento, aún pendiente de aprobación por el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, sustituirá a la vigente Directiva Europea sobre Morosidad, que, entre otras cosas, fija en 60 días el plazo límite para realizar los pagos de facturas por las empresas.
La normativa, además, será de carácter inmediato y directamente aplicable a cada legislación nacional una vez ratificada por los órganos legisladores de Bruselas.
Antoni Cañete, presidente de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad (PMcM), entidad que ha participado en el texto del reglamento, ha asegurado a C de Comunicación que “por primera vez, las pymes y autónomos van a disponer de un marco legislativo para, realmente, cobrar bien”.
Según Cañete, esto “va a salvar a muchísimas empresas y puestos de trabajo“, y hará “que seamos más competitivos y viables como país”, ha añadido.
Desde PMcM ya se ha advertido, en reiteradas ocasiones, de que “la morosidad en los pagos representa una grave amenaza para las pymes, y es necesario tomar medidas contundentes para combatir esta problemática”.
Asimismo, recuerdan que “la penalización de las posiciones dominantes de las grandes empresas, a través de una nueva directiva de morosidad, es fundamental para garantizar la supervivencia de las pymes”.